Laughing House, hecha en Oregon, Estados Unidos
Existe una forma de construcción con adobe ideal para los climas lluviosos y esta es la técnica del cob que es monolítica, es decir, que se edifica en un único bloque. Resulta muy común ver estas casas en países en donde llueve mucho como Inglaterra e Irlanda dado que, sin días soleados, se dificulta fabricar y secar los ladrillos de barro.
Se han encontrado de estas casas de hasta 10 mil años de antigüedad, aunque está claro que esto no es sólo una cuestión histórica, ya que hoy en día hay muchos apasionados por recuperar las formas de construcción ancestrales.
Por eso aún se puede dar con personas que edifican sus hogares, o centros y espacios comunitarios, haciendo uso de este antiquísimo método, no solo en estos dos países, sino que cada vez más se da alrededor del mundo entero.
Flia Bioconstructora
Es el caso de Feile Butler y su marido Colin Ritchie, unidos ante todo por su amor hacia la bioconstrucción en general y el cob en particular. Hace ya quince años, estando de novios, asistían a cursos en donde se nutrían de todos estos conocimientos y siempre estuvieron seguros de que ellos también iban a esculpir su propia casa de cob.
Tanto es así que a su viaje de luna de miel lo aprovecharon para pasarlo en The Laughing House, en Oregon, dando una mano con las terminaciones naturales y su techo vivo. No desperdiciarían la oportunidad de trabajar con la tierra por pasear y nada más…
Finalmente hicieron su casa en el Norte de Irlanda a lo largo de tres años y fue tanto lo que les agradó esta experiencia, que hoy buscan difundirla y motivar a más personas a construir con barro a través de Mud and Wood, su propia pequeña empresa de construcción natural.
Siendo ambos arquitectos y con mucho contacto con la tierra en su historial, asesoran a quienes buscan implementar estas técnicas por sí mismos, brindan talleres, construyen y restauran casas o estructuras y mobiliario para jardines como galerías, hornos de barro, cercos, bancos y mesas. Ellos viven por su entusiasmo a demostrar que todos pueden tener su propio nidito de elementos naturales e indican que sólo es importante tener algunos detalles en cuenta.
Muros que existen desde siempre y son para siempre
Para que la edificación de cob se sustente, sus paredes tienen que estar protegidas de la lluvia y ser sólidas, es decir, que se logren mantener erguidas por sí mismas.
¿Cómo se aislan los muros del agua, de la forma más práctica?
En este sentido, es clave que cuenten con buenos zapatos y un sombrero, es decir, que tengan buenos cimientos y un techo que los cubra, como bien puede ser uno a dos o varias aguas.
En el sistema de cob se usan piedras apisonadas a un metro de profundidad para conformar una base bien firme, unos centímetros más anchos que la pared hasta el nivel de la tierra. Después se sigue con un conjunto de piedras, de no más de medio metro de alto, conocido como pirca.
A ésta se le agrega una finísima capa de algún producto bien pegajoso como puede ser la arcilla china, para después comenzar con las capas de adobe y así levantar los muros ¿Te acordás cómo se conforma este material? Por las dudas, te lo recuerdo en este post.
Un ingrediente clave para esta técnica es la paja, que ayuda a unir las capas de barro entre sí, siempre y cuando vayas haciendo agujeros que atraviesen al menos dos estratos, así la fibra vegetal los entrelaza unos con otros.
Casa de Cob, construida por Feile y Colin de Mud and Wood, en Sligo, el noroeste de Irlanda.
¿Cómo se edifican paredes sólidas, que se mantengan erguidas para siempre?
En la técnica de cob, se suelen ver paredes muy confiables en términos de longevidad, sin embargo hay detalles que colaborarán para que se mantengan erguidas, como por ejemplo que lleven la formas curvas, en lugar de las alternativas más modernas que suelen optar por lo recto. Una pared curva, directamente se sostiene a sí misma.
De hecho, si hacés una prueba muy básica con un papel un tanto grueso vas a ver que, al intentar que se mantenga perpendicular sobre una mesa, se cae al instante. En cambio, al darle movimiento, se sustenta un tiempo más. Lo mismo pasa a escalas mayores, sobre todo con estos muros que pueden alcanzar 60 cm de ancho.
Feile Butler agrega que un ambiente hecho con límites curvos, resulta mucho más acogedor para habitarlo, por el simple hecho de que la Naturaleza se da así: con líneas irregulares y no del todo uniformes, como acostumbramos a ver en las construcciones contemporáneas. Al parecer, hay algo de nuestra memoria genética que nos pide estar en un entorno bien parecido a lo natural, para sentirnos del todo a gusto.
El hecho de que se trate de muros gruesos también resulta ideal para una excelente aislación térmica y otros factores de utilidad, como es por ejemplo, la posibilidad de escarbar y moldear las paredes para agregar estanterías. O incluso formar una escalera sin mayor estructura que las tablas incrustadas en la pared, tal cual se ve en la foto.
Una técnica inclusiva
Junto a amigos y familiares, Feile y Colin edificaron su propia casa de cob. Incluso sus hijos, que hoy tienen 4 y 8 años, participan de sus hazañas ¡por que en la bioconstrucción hay lugar para todos!
Sus tareas varían de lo simple a lo complejas, sin embargo, no siempre exigen mucho uso de fuerza ni de herramientas peligrosas y, por este motivo, nos encontramos con que a las mujeres también les agrada formar parte de la construcción de su casa.
Este factor no es menor en términos sociales, dado que ayudó a que muchas organizaciones sin fines de lucro, difundieran distintas técnicas de construcción natural en países carenciados de Africa y así brindaran conocimientos y trabajo a hombres y mujeres por igual.
«Se puede decir que construir así es una labor intensa, porque suelen darse procesos más lentos, pero resulta ser extremadamente gratificante», dice Feile y agrega que: «Así como existen movimientos que encuentran satisfactorio el seleccionar los alimentos y preparar la comida de manera lenta, conocido como Slow Food, estas técnicas serían la misma ideología aplicada al rubro de la construcción». Lo cierto es que ahora también se esta hablando del Slow Building Movement, lo que incluye edificar con total conciencia de las posibilidades que te da un entorno en cuanto a su clima y los elementos a aprovechar.
Tu Casa, una Gran Obra de Arte
La construcción de una casa así, resulta en una obra artesanal a gran escala, funcional y cálida para habitar, en donde las mismas paredes logran irradiar vida. Cuando visitás la casa de Mud and Wood lo confirmás, por que te es inevitable tocar sus paredes. Es impactante ver cómo reflejan el movimiento que supieron tener las manos al moldear tan nobles elementos en los muros, tal cual los brindó la Tierra.
En suma, el proceso puede tomar más tiempo, de todas maneras, no caben dudas de que el legado durará por generaciones y será para siempre, a no ser que alguien decida deshacerla y, en ese caso, todo podrá volver al entorno sin contaminarlo en ningún sentido.